En su segunda novela, "Elefantes de grafito", Warren Ulloa-Arguello desmitifica la Costa Rica pacífica y cívica de las reseñas turísticas y nos sumerge en una atmósfera donde nadie es de fiar y la mayor oscuridad es la que sus protagonistas llevan dentro. En estas páginas entramos en los sórdidos secretos de los más dispares personajes: agentes de policía, funcionarios, políticos, periodistas, modelos, prostitutas y criminales, todos inocentes y a la vez culpables, en la miseria compartida de su condición humana.