Llega a nuestro fascinante y particular barrio un pariente cercano del señor Valéry: el señor Henri, que es un poco más egocéntrico que el señor Valéry, pero igual de carismático. El señor Henri es dueño de un conocimiento infinito, enciclopédico, que reparte entre sus semejantes de un modo, digamos, peculiar. Al señor Henri le gusta abordar cuestiones paradójicas y juegos lingüísticos, y le encanta la absenta.