Posiblemente la mejor de toda la saga, simultanea dos narraciones en dos tiempos distintos: la del asesinato de un hombre en una playa de Formentera en el presente, y el pasado de Bevilacqua como Guardia Civil infiltrado en País Vasco en la lucha contra ETA; Silva consigue una novela que en pocas páginas nos desvela la realidad y el horror de aquellos años, combinada con una trama clásica a resolver por esta inseparable pareja de investigadores. Junto a El lejano país de los estanques y La marca del meridiano, conforma una trilogía mínima imprescindible del ‘noir’ patrio realista. Muy recomendable.
JGF (Quelibroleo)