«Los cuentos que componen este volumen» comenta el propio autor, «fueron creados en diferentes años, es decir, en diversas estaciones espirituales. Los más antiguos corresponden a mediados de los años ochenta; los últimos fueron componiéndose hacia 1996. Muchos de ellos, acaso la mayoría, surgieron a la vez que iba naciendo Tuyo es el reino.» Cabe añadir que, para los protagonistas de estos relatos, el horizonte es siempre algo más que una simple línea imaginaria. En él se condensan, más bien, los miedos, anhelos y esperanzas de unos seres que aspiran a alcanzar el infinito. Así sucede, por ejemplo, en «Tosca» en el que una lejana noche de gloria operística cambiará para siempre la vida de un anodino profesor de historia. O en «Regreso a Citerea» y «Tres leyendas autobiográficas» que desarrollan hasta sus últimas consecuencias el poder destructivo del amor. No en vano escribe Estévez: «El hombre es la suma de todos sus sentidos»…