Resulta llamativo que un autor danés de novela negra decida ambientar su obra en la cálida Fuerteventura, en lugar de en un entorno más frío, menos luminoso, como hacen muchos autores escandinavos. Habiendo optado por este punto de partida tan singular, no es de extrañar que el autor explote al máximo Fuerteventura como un elemento crucial en “El ermitaño” que, tratándose de su debut literario, ha logrado alzarse con los premios a la Mejor Primera Novela y el Premio Harald Mogensen a la Mejor Novela Negra del Año. El hallazgo en una playa de Fuerteventura de un coche con el cadáver de un bebé en su interior causa revuelo en la isla, pero la falta de pistas hace que la policía cierre el caso de manera apresurada y el suceso caiga en el olvido. Para todos menos para Erhard, o como es conocido por muchos, el ermitaño: un taxista danés de setenta años que lleva décadas viviendo en la isla, en una casa aislada. Un hombre a priori oscuro que nunca ha mostrado un gran interés en los demás. Erhard se encarga de indagar en el caso en busca de la justicia que ese bebé no ha tenido. “El ermitaño” es de esas novelas en las que, como apuntaba anteriormente, el escenario tiene tanta importancia como los personajes. De hecho, podría decirse que Fuerteventura es un personaje más, y se destila en las páginas de la novela mucho esfuerzo por parte de Rydahl por retratar la isla de la mejor manera posible. “El ermitaño” es una novela negra ambiciosa que destaca por la complejidad de su personaje protagonista así como de sus escenarios. (Ana Rayas)
hace 9 años