Novela ambientada en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII y narrada en primera persona por Tom Page, hijo del caballerizo mayor del señor Harrington, un comerciante afincado en Thornhill. Su adoración por los caballos le hará aprender de su padre, desde bien pequeño, todo lo que este sabe sobre ellos. Un día, en una estancia en Bristol junto a la familia de su amo, la llegada de un buque proveniente de las Indias Orientales, con varios animales exóticos y salvajes, causa sensación en la ciudad. Entre ellos se encuentran dos elefantes en muy mal estado, animales sin parangón nunca antes vistos ni imaginados por Tom. Pero será él quien se convertirá en su cuidador, tras su adquisición por parte del señor Harrington.
Tom narra su experiencia junto a los elefantes, desde su primer contacto, como se van conociendo, hasta el paso de los años junto a ellos, en especial con Jenny, la elefanta, con la que entablará un vínculo muy especial. Todo ello sumado al cambio de dueño de los animales y desplazamientos del propio Tom como su cuidador, junto a las múltiples anécdotas que viven, la convierten en una lectura muy amena.
La historia se centra en la relación que se establece entre el elefante y su cuidador, pero no deja de mostrarnos también la época en que se sitúa, tanto la belleza como la violencia de la misma, e incluso interesantes reflexiones sobre aspectos sociales o sobre la capacidad de entendimiento de los animales.
En el fondo es esta una historia de amor y lealtad, con una prosa cercana y cuidada, y personajes bien perfilados, que hacen de ella una maravillosa lectura, igual de entrañable que sus protagonistas y absolutamente recomendable. Me ha gustado mucho.