Tenía muchas ganas de leer este libro. No ha sido una decepción porque cumple con lo que promete. Nos transporta a ese universo distópico de Gilead donde las mujeres han sido rebajadas a ser prácticamente incubadoras, lo cual resulta bastante tenebroso y cercano. Es un excelente ensayo y una excelente reflexión sobre las calamidades del extremismo religioso, de lo cual siempre he pensado que quienes se ven más afectadas son las mujeres. Sin embargo, sentí que quedó corto. Algunas subtramas no aportan a nada o se quedan en nada, y en cierto punto todo parecía que se iba a convertir en una novela romanticona de engaños y traiciones. Entiendo que la autora quiso dejar un final abierto sobre el destino de nuestra protagonista, pero en mi opinión no fue exitoso. Se sintió incompleto, y esa parte final del manuscrito encontrado me resulto increíblemente tediosa. Es una lectura que recomendaría únicamente a personas entusiastas del subgenero de novelas distópicas para que la agreguen a la lista de leídos.
hace 8 meses