Un pequeño gran descubrimiento. De la biblioteca de mi abuelo. Lo empecé a leer sin saber bien a lo que me enfrentaba, y me encontré ante un libro narrado con fluidez y profundidad, haciendo que cada escena descrita se plasme como una secuencia de cine negro en tu mente. Una historia de intriga detectivesca en la Nueva York de los 60's que se centra en la figura del detective Harry Angel, con todos los tropos, localizaciones y situaciones, que ahora podemos considerar como representativas o recurrentes del género, pero que a manos de este autor rezuman personalidad y se resuelven como un mosaico maravilloso que nos transporta a lo largo de la trama. Con un final crudo, ambiguo y sorprendente, que te dejará con ganas de volver a empezar la novela para escarbar en sus recovecos y descubrir los flecos que ha ido dejando el autor en su desarrollo.

Excelente ambientación para una novela policíaca situada en Nueva York de los años 50, haciendo muy fácil recrear en la imaginación una urbe de crecimiento desproporcionado, marcada principalmente por la inmigración. La novela es buena, entretiene, pero le falta. Hasta la mitad se siente muy reiterativa, como tratando de ganar páginas: cada capítulo finaliza con la pista de un nuevo nombre que puede ayudar a encontrar al cantante desaparecido y la consiguiente “entrevista” por parte del detective Harry Angel. Un final sorprendente y turbador, pero que acercándonos a éste se hace cada vez más previsible.

Me ha encantado, la trama, la intriga... mas que leer un libro parecía que estaba viendo una película por lo ameno de la narración y por la ambientación. No me lo esperaba, pero me ha gustado mucho.