Nos hallamos ante una novela distópica en la que se presenta un mundo, donde el aborto se ha prohibido como forma de preservar la vida; pero en cambio, existe una ley que permite a los padres decidir si quieren desprenderse de sus hijos entre los trece y diecisiete años, mediante la “desconexión”. El lector se va a enfrentar a una sociedad futura, culturalmente avanzada, donde es posible eliminar a los individuos para convertirlos en recambios. Tres personajes protagonistas, unidos por el azar, los tres declarados desconectables, cada uno de ellos por motivos diferentes, nos van a llevar a conocer la aventura que supone escapar de ese destino y los valores de esa sociedad que les ha condenado a la “desconexión”. La narración está escrita con un ritmo vivo y rápido, donde nunca dejan de suceder cosas, y con cambios inesperados en la trama de la historia, que mantienen al lector siempre alerta y expectante. El autor usa varias voces narrativas para contarnos la historia, por lo que nos hace conocer los hechos desde varias perspectivas. Los personajes, tanto los protagonistas como los secundarios, están bien construidos, y dan una sensación de verisimilitud a la trama. Se trata de una novela que nos invita a reflexionar sobre el valor de la vida, el poder, la religión, la fuerza de la ley y la capacidad del individuo para sobrevivir. Una lectura muy recomendable tanto para jóvenes como adultos. (Núria Garcia)
hace 11 años