Después de 4 libros que comprendían entre algo más de 200 y cerca de 600 páginas, llegamos al quinto y nos encontramos con un tocho de cerca de 900. No es que me intimiden los grandes volúmenes, pero no creo ser el único al que le ha chocado su gran tamaño.
Como los demás, me ha gustado mucho, y lo he disfrutado en cada una de sus partes. Pero si he de ser sincero, he de admitir que el tamaño es excesivo. La misma historia podría haber sido contada tranquilamente en 200 páginas menos, sin perder un ápice de su esencia. Aunque es una muy buena continuación, no me ha parecido tan buena como la anterior, El Cáliz de Fuego. Tarda bastante en empezar lo bueno, y después es algo menos épico. Un punto positivo son las revelaciones que surgen en este, que dan más solidez a la trama. Con ganas de continuar con El Misterio del Principe, que para mi alivio ya he visto que no llega a 600 páginas.
hace 5 años
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