Wow!! Ese es el mejor calificativo que se me ocurre para este libro.
La continuación de Siega no solamente esta a la altura del primer libro sino que lo supera.
Es un libro lleno de sorpresas. En más de una ocasión me he quedado con la boca abierta, literalmente. El ritmo es muy bueno y hace que lectura se ágil. Continuamente van sucediendo acontecimientos que hacen que no puedas parar de leer.
Shusterman mantiene los personajes del libro anterior e introduce algunos nuevos que hacen que hayan más tramas conviviendo conjuntamente a largo del libro, con lo que la lectura es más fluida y el libro más interesante.
Es un libro que va de menos a más. No quiere decir que empiece mal, ni mucho menos, ya que continúa en el punto donde quedo el libro anterior (unos meses más tarde) pero el final es memorable. No tiene un final apresurado, pero suceden tantas cosas, que no encuentro adjetivos para describir lo que he sentido mientras leía.
Y como no podía ser de otra forma, todo acaba en el momento en el que más interesante se pone la historia, así que ya formo parte oficialmente de ese club de "desesperados por ver Trueno en al alcance de nuestras manos".
hace 4 años
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