Cuando se va la niebla es un compendio de 51 relatos, independientes entre sí, que invitan a sumergirse en un océano de emociones y reflexiones.
Con una maestría digna de admiración, la autora nos sumerge en un universo atemporal, narrado desde la perspectiva femenina, donde los sentimientos cobran vida y se entrelazan en una danza de nostalgia, duelo y, a veces, una liberadora demencia.
Desde sus micro relatos hasta las narraciones más extensas, Legua Yus cautiva con un lenguaje culto impregnado de metáforas y alegorías, tejiendo así un tapiz emocional que atrapa al lector desde la primera página. Es un deleite encontrar cómo las historias, con su realismo palpable, resuenan con las experiencias cotidianas de quienes las leen, generando una conexión íntima y duradera.
En este volumen, el tema de la maternidad se entrelaza con la ironía en "Superhéroe", mientras que la soledad y la opresión familiar se exploran en relatos como "La lámpara" y "Cocina sofisticada". Sin embargo, es en la exploración del duelo y la liberación femenina donde Legua Yus alcanza su cenit narrativo. En "Renacer", nos enfrentamos a la lucha de una mujer por despedir a su esposo según sus últimos deseos, mientras que en "Liberación", se aborda con valentía el tema del alivio tras la partida de un compañero abusivo.
La muerte, siempre presente, adquiere matices de sarcasmo en "Nuevas estrellas en Orión", ofreciendo una perspectiva única sobre la pérdida. Mientras tanto, en "Frente al mar", somos testigos del renacimiento de una protagonista, cuyo viaje hacia la sanación nos recuerda la importancia del amor y la solidaridad en tiempos difíciles.
Además de explorar los confines de la emoción humana, Legua Yus no esquiva las críticas sociales, como se evidencia en "Abandono", un retrato desgarrador de la soledad en la vejez, o en "El columpio", donde la demencia se aborda con una sensibilidad conmovedora.
A pesar de la profundidad de las emociones evocadas, hay destellos de esperanza y amor que iluminan las páginas de este libro. En "El deseo", se nos invita a creer en la realización de nuestros sueños, mientras que "El jardinero" nos sumerge en un romance sutil y conmovedor entre dos almas solitarias.
En conclusión, Cuando se va la niebla es más que una simple colección de relatos; es un viaje emocional que nos desafía a reflexionar sobre la condición humana. Escrito con una prosa cautivadora y precisa, este libro se erige como un testimonio poderoso de la experiencia femenina, destinado a resonar en mujeres de todas las edades y en aquellos que buscan explorar las complejidades del alma humana a través de la literatura. (Noemí Hernández, 22 de febrero de 2024)
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