Aterradoramente brutal, de las novelas donde el sello de Stephen King está marcado en cada una de sus páginas, pues no en todas sus obras potencia el terror como en esta breve historia. Es imposible que uno como lector concluya indiferente la novela, es una montaña rusa de emociones encontradas donde te sorprende una fuerte sensación de tristeza y lástima por el protagonista al haberlo acompañado a lo largo de más de 400 páginas y observar su creciente desórden mental.
El rey del terror merece con todas las de la ley ser llamado de esta forma, halla de una manera magistral la manera de impulsar, de inyectar una odisea de imágenes tenebrosas mentales en las que sientes correr en tus venas pánico, experimentar a tu espiritu inquieto y desconfiado.
Esta obra es un emblema donde encierra en pocas palabras la resucitación de los muertos, mitología, duelo y la esquizofrenia. Considero que uno de los propósitos que lo empujaron a escribir "Cementerio de Animales" fue mostrar al público una analogía sobre la no aceptación de la muerte de un ser querido y nuestra idealización de inmortalizarlo con tal de no sufrir la partida. Es aún más interesante cuando apuesta por insertar en su novela un bosque como escenario, un cementerio como técnica supersticiosa donde vuelve a aparecer la clásica característica de Stephen King al poner niños como personajes en sus historias de terror (pareciera un patrón suyo), un wendigo como referencia a la mitología que brotó en los pueblos algonquinos de la costa Este en EE. UU. y Canadá.
Vale la pena leer esta novela, cabe advertir que es cruda en algunas ocasiones y causa mucha emoción de lástima al tener una fuente de primera mano donde apreciamos una de las enfermedades mentales más agresivas y duras que algunos seres humanos con o sin atención psiquiátrica sufren.
hace 5 años
19
-2