Carol Bach y la cárcel secreta es un thriller psicológico en el que la protagonista Carol y su padre Ronnie ocupan una sombrerería en Madrid tras ser desahuciados y descubren que en el interior se ocultan cárceles secretas de la Inquisición, que sigue obrando en la actualidad. Una serie de muertes (descubriremos si se trata de asesinatos o suicidios) comienzan a darse en la ciudad y un día Carol despierta en un psiquiátrico atada, con amnesia, y acompañada solo por la voz de su mente que se dirige a ella en todo momento indicándole qué debe hacer o decir. ¿Está ocurriendo realmente o todo es producto de una enfermedad mental?
La novela se estructura en dos tramas bien diferenciadas, pero relacionadas, por un lado, la situación de Carol en el psiquiátrico y, por otro, las vivencias de un pasado reciente, en la sombrerería y los actos llevados a cabo por la Inquisición en su interior.
Ambas tramas avanzan a ritmo trepidante, con capítulos cortos que mantienen el misterio hasta las últimas páginas. Los diálogos son directos y sencillos a la par que cultos y la historia se enmarca en ambientes oscuros, tenebrosos y marginales. Las descripciones ambientales en las cárceles, en el psiquiátrico y en la ciudad de Madrid son detalladas y excelentes, haciéndonos sentir que estamos allí con Carol sintiendo su miedo y su impotencia. Nos ponemos en el lugar de la protagonista desde el primer momento y recorremos las páginas con ella sintiendo su ansiedad, su angustia, frustración e impotencia a la vez que admiramos su valentía, fuerza y determinación cuando todo es confuso y desesperanzador a su alrededor.
La acción sucede rápido y las escenas llegan a ser perturbadoras y violentas, reflejando la corrupción humana en manos de personas con poder y dinero, características que podemos ver encarnadas en las figuras de Bocanegra, Álvaro Irigoy y Ortega, que pertenecen a la congregación, en contraste con Carol y su padre Ronnie que muestras un sentido de la justicia y una moral inquebrantables. Por contraparte, encontramos a Darko, de moral ambigua, quien en momentos disfruta de sus pensamientos sado y visionando torturas y, en otras ocasiones, es consciente de las atrocidades que se están realizando y muestra cierta compasión. El personaje opuesto, y más llamativo, es el de Susana, la mejor amiga de Carol quien confía en ella y muestra lealtad y confianza, arriesgando incluso su propia vida lo que resulta poco creíble.
En conclusión, es un thriller psicológico cuyo suspense no decae en ningún capítulo. Una novela impactante que conmueve por la dureza y el realismo de las escenas.
Narrado en tercera persona y en pasado nos sumerge en un ambiente despiadado y nos hace sentir y reflexionar, llevándonos a situaciones perturbadoras, en la que nada es lo que parece y en la que los protagonistas están inmersos en un círculo peligroso de secretos, mentiras y traiciones. Nos plantearemos la salud mental de Carol y hasta donde llega la maldad humana. A causa de las lagunas mentales de Carol, no sabremos la verdad de todo lo acontecido en la novela hasta llegar a las últimas páginas.
Me ha sorprendido gratamente la ingente cantidad de información histórica y cultural que el autor Alfredo López Rey nos aporta en la novela acerca de la Inquisición, las ejecuciones que llevaron a cabo en 1630 en Madrid, los motivos por los que los ejecutaron, las descripciones de los diferentes instrumentos de tortura y las excusas absurdas que esgrimían los inquisidores para asesinarlos, además de cómo era todo el proceso desde la acusación hasta la ejecución e incluso nos habla de libros históricos y reales como el Daemonologie y todo esto escrito de forma sencilla, comprensible y sin interrumpir la fluidez y la velocidad de la lectura. Toda esta información deja de manifiesto la capacidad de investigación del autor quien con solo dieciocho años recibió una Mención Honorífica por su labor como investigador mediante fuentes fidedignas y directas de la historia. (Noemí Hernández, 18 de septiembre de 2023)
hace 1 año