Una novela que empieza con una imagen desconcertante: Leo, el personaje central está atrapado en un ataúd junto con su mejor amigo de la infancia. Con ese anzuelo, quedamos atrapados en este libro que va haciendo subir la adrenalina. Al principio, el autor nos presenta los personajes en un ambiente de pequeño pueblo uruguayo, infancia feliz, tiempos lentos de verano. Pero la velocidad va acelerándose a medida que el secreto siniestro se va desvelando. Por la mitad del libro, el lector ya no puede abandonar la lectura. Los últimos capítulos me dejaron una noche en vela porque no podía esperar hasta la noche siguiente para continuar la lectura. Los que disfrutaron de la trilogía de Larssen, van a disfrutar de esta novela. El autor promete una segunda novela con mas secretos acerca de estos personajes. Yo ya la estoy esperando.
hace 7 años