¿Qué daríamos a cambio de la inmortalidad? Esta es una de las preguntas creadoras de argumentos más utilizadas en el mundo de la literatura y del cine. Sin embargo, uno nunca se para a pensar lo suficiente en ella. Si uno alcanza la inmortalidad, ¿el precio que ha pagado merece realmente la pena? ¿Qué puede haber que nos haga perder tanto la cabeza como para sacrificarse por toda la eternidad? En esta segunda parte, Feyre se enfrentará a estas dos preguntas desde una perspectiva totalmente diferente. Nuestra protagonista de “Una corte de rosas y espinas” se da cuenta de que la reencarnación en un ser inmortal no es lo que ella pensaba en un principio. Con unos poderes aún incontrolables y unos sentimientos confusos hacia su prometido, Feyre encontrará a un aliado en Rhys, el misterioso lord de la Corte Noche. Rhys, con su naturaleza oscura y desconcertante, le abrirá las puertas de una ciudad totalmente distinta a lo que ella conoce y le hará dudar de su pertenencia a la Corte Primavera y de las buenas intenciones de Tamlin. Día tras día, Feyre estará un paso más cerca de la verdad y de la forma de defender al mundo mortal de una amenaza cada vez más creciente y que se cernirá sobre los que ella más ama. Con un argumento mucho más desarrollado y una narrativa más acelerada que “Una corte de rosas y espinas”, los acontecimientos en esta secuela de Sarah J. Maas se suceden uno tras otro, dando lugar a una historia que superará las expectativas de los seguidores de la trilogía. El lector podrá ponerse en la piel de Feyre Rompemaldiciones y elegir entre quedarse sin sobresaltos en la Corte Primavera o vivir como un auténtico iliryo en la Corte Noche y defender la ciudad oculta de Velaris de las amenazas enemigas. Todo un reto para cualquier amante de las aventuras. (Diana Arrufat, 1 de octubre de 2018).
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