El fin del petróleo y sus consecuencias no sólo es el fin de una época sino también de una forma de vida que ha imperado desde los años 20 del siglo XX. Pero el fin del petróleo no sólo significa la renuncia a mucho de lo conocido. Los autores plantean la necesidad de terminar con el modo de vida de la «civilización del automóvil» es decir, nuestra forma de vida dependiente del coche, esta forma de vida individualizada, con desplazamientos privados, consumo exagerado y motorización permanente. ¿Es posible imaginarse un mundo sin coches?