Tu lado del sofá es una despedida. Son los pedazos que no me atreví a rescatar del naufragio. Es un duelo a vida contra el espejo. Un sentirme nosotras. Es ser casa, canción de domingo y paz. Es un cuarto creciente a medio tempo. Es aprender a echar de menos sin que duela. Son todas esas veces que dejé de hacer por miedo a perder. Tu lado del sofá es recuperar -por fin- el metro sesenta desde el que partí.