Ya habíamos despedido al sol y abre de pronto una ventana en el cielo: entre dos jirones de nubes aparece de color frágil, con una luz distinta. Algo ocurrió detrás de esos telones. ¿Avisa que mañana quizás no lo esperemos? ¿Que el ozono que crece lo volverá enemigo? No naufragues aún. Tres toldos amarillos desmienten averías de la fe. Que también sobre ti pese esa bendición, otra esperanza.