El afán de clarificar esa zona tenue en la que los opuestos se identifican, que ya aparece en Lo bello y lo siniestro, es la música que suena de fondo en Tratado de la pasión, libro en el que Eugenio Trías analiza la pasión, no como algo que nubla el raciocinio e impide el conocimiento, sino como una forma más de abarcar el mundo. No como una pulsión que nos paraliza, sino como el motor de nuestra actividad. No como sufrimiento, sino como placer y goce. Así, la conclusión del filósofo es que la pasión, oscuro daimon, es, al fin y al cabo, lo que nos convierte en lo que somos. Una reflexión profunda y reveladora, revisada y actualizada por su autor y prologada por Lourdes Ortiz.