Este libro no es un libro al uso. Es, de entrada, un texto híbrido, que entrecruza narración autobiográfica y ensayo filosófico. Pero es algo más: la crónica de un experimento con el propio cuerpo de quien escribe, que se aplica testosterona en forma de gel en una exploración personal y política. Una indagación corporal y sexual que desborda, mediante una escritura transgresora, los límites tradicionales del género, en todas sus acepciones. Se ha dicho de Testo yonqui que es para el nuevo transfeminismo lo que fue El Anti-Edipo de Deleuze y Guattari para la generación del 68. Este es un libro sobre la identidad sexual entendida como una condición fluida y no estanca; sobre la sexualidad en el capitalismo, la pornografía, el feminismo y la industria del sexo; sobre la tecnosexualidad y la farmacopornografía; sobre la excitación y el control; sobre deseos y encuentros sexuales heterodoxos, sobre hormonas, dildos, fluidos corporales, intersexualidad, activismo queer…