La importancia de Feijoo reside en su capacidad de sintetizar, en una operación editorial, anómala en relación con el carácter de la publicistica de los novatores y de sus adversarios, la percepción ya difusa de la necesidad de una toma de conciencia crítica de la realidad de una situación cultural de crisis, y al mismo tiempo del desmoronamiento social que la condicionaba, y de preparar así, con esta base, un programa detallado de política cultural.