A lo largo de las páginas de este libro Hearn tan pronto nos invita a contemplar íntimamente el terror, sumergiéndonos en un mundo de leyendas de amor y espectros ambientadas en el Japón antiguo, como diserta filosóficamente sobre las cigarras o plantea un estudio detallado de los yobina, los nombres propios femeninos. Gracias a su agudo sentido de la estética y a su misteriosa habilidad para traducir los sentimientos en palabras, Lafcadio Hearn despierta al intelecto y al espíritu y nos ofrece una excelente perspectiva plagada de lirismo no sólo de su país de adopción, sino de la humanidad en general.