El señor Grogó recibe la visita de un amigo que ha viajado por África. Empieza a contarle todo lo referente a este continente: los países, las tribus, los leones... Shola, la perrita del señor Grogó, oye lo referente a los leones y cree que ella es uno de ellos. Incluso se tiñe el pelo de rubio, para parecerse más a un león de África. Un día sale a cazar por el parque, que ella llama ‘‘selva’‘, para comportarse como una auténtica leona. Pero se da cuenta de que no puede cazar nada y de que tiene mucha hambre. Gracias a eso, se convence de que sólo es una perrita y vuelve a casa con su dueño. Se va corriendo a la cocina a cenar su platito de carne picada que tanto le gusta. A partir de ese día, Shola no vuelve a pensar en ella misma como en una leona. A partir de 7 años