La historia va desarrollándose sin pena ni gloria. Muchas subtramas se quedan en el aire porque son tan irrelevantes que no tienen sentido cerrarlas. El error estuvo en siquiera empezar a contarlas. Personas que aparecen, van y vienen, y que no se entiende muy bien que pintan en todo esto. El interés argumental de la historia brilla por su ausencia en la mayor parte de la novela. La historia transcurre pero a ti como que te da un poco igual. Kate, una supuesta abogada de éxito, se transforma en una niñata que no tiene ni idea de actuar con cautela. Una investigación policial de cola y vergüenza ajena. Un solo policía que le cuenta todo y se toma a la madre de la hija muerta como si fuese su compi del curro. Los únicos personajes con sentido y coherencia son los adolescentes, y no precisamente por ser más simples. Son los únicos decentes. Los entiendes y te crees las decisiones que toman. Al final se queda todo como en una broma de mal gusto y con algunas cuestiones en el aire. Pero como tampoco nos interesan mucho, pues bien esta. Mi descripción general sería: anodina.
hace 7 años