El autor empieza casi todos los cuentos referidos al campo con una poética descripción de la naturaleza pero narran lo más brutal y macabro de su experiencia y lo hace de un modo que sobrecoge, con absoluta frialdad y distancia , su descripción de las personas en los campos y de sí mismo es tan realista como despiadada. Uno de los temas que más me ha impactado es el relato de la insensibilidad de los presos hacia el dolor y la muerte ajenas, en este sentido “Pasen al gas señoras y señores” es tremendo .No se pueden describir los sentimientos que genera este libro porque deja sin palabras .Hay que leerlo.
hace 4 años