Los aficionados a la historia, y sobre todo al género biográfico, están de enhorabuena: la vida de Antonio de Orleans, hijo del rey francés Luis Felipe I y pretendiente al trono ecuatoriano y español —aquel que perdió en votación contra Amadeo de Saboya—, y cuya vida reflejó los intensos avatares que recorrieron el XIX española, se recoge en un nuevo volumen. Una historia que se vivió, en gran parte, desde esa porción del teatro donde suele suceder lo más interesante: entre bambalinas. Escrita por un sanluqueño —algo casi tan obligado cuando Montpensier tuvo tanto apego a Sanlúcar de Barrameda, hasta el punto de que los sanluqueños pueden tenerle como propio—, la documentación y el estudio de archivo vertebran todo el texto, garantizando la rigurosidad. No es, de todos modos, el estilo académico el que impera, sino que se busca una pluma más narrativa que discursiva, y se obvian el tedioso complemento de las ingentes notas a pie de página y referencias que pueblan las obras del género, aquí reducidas. Un entretenido viaje, en definitiva, por una personalidad única del XIX, con especial hincapié en episodios tan curiosos y relevantes como los asesinatos del infante Enrique de Borbón o de Prim. Carlos Cruz (1 de abril de 2015)
hace 9 años