Sin duda, una novela extraordinaria. Los recuerdos infantiles de Scout, una niña inteligente y perspicaz, nos trasladan al ficticio condado de Maycomb, en Alabama. La vida de Scout y su familia se ve teñida por el velo del racismo y la violencia cuando su padre, Atticus Finch, defiende a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca.
Los capítulos relativos al juicio son, sin duda, soberbios. Harper Lee va haciendo subir al estrado a los diferentes testigos por medio de una narración muy sencilla y sobria, nada pomposa ni recargada, y que logra transmitir la tensión de Scout y del resto de personajes.
El personaje de Atticus Finch es inolvidable. Y esa mezcla de inocencia y perspicacia de Scout me ha conquistado.
Aporto una cita de Scout que me encantó:"Hasta que temí perderlo, jamás me cautivó el leer. A uno no le cautiva respirar".