El caso de Martha Gellhorn (1908-1998) supone un buen ejemplo del papel secundario que siempre se ha otorgado a la mujer. Y es que, en lugar de por su propia obra, se la conoce por haber sido esposa de Ernest Hemingway. Sin embargo, esta norteamericana dedicó más de medio siglo a trabajar como reportera de guerra, ensayista y autora de novelas y relatos. Martha Gellhorn fue testigo de casi todos los conflictos que sacudieron al mundo en los últimos cien años -Guerra Civil española, Segunda Guerra Mundial, Vietnam, Guerra de los Seis Días...-, además de otras realidades dramáticas como la Depresión o la situación de los Meninhos da Rua. Viajera incansable, sincera hasta la herida, sus puntos de vista no siempre resultaron cómodos para sus compatriotas, pero supo mantener intacta su independencia, que más de una vez se vistió de soledad.