Los cuatro ríos es la historia del encuentro entre dos universos: la novela y el cómic. Pero, sobre todo, es la historia del encuentro entre dos autores. Por un lado, Fred Vargas, una creadora de éxito internacional que escribe novela negra, y por otro, Edmond Baudoin, un veterano autor referente en la renovación de la nueva BD francesa. Fred Vargas ha escrito un guión y Baudoin lo ha puesto en imágenes, con un trazo ligero que capta como nadie el alma de los personajes. ¿Y la historia? Simplificando podría decirse que es una novela policíaca. Con todos sus ingredientes: crimen, investigación, sospechoso inquietante. Y también un comisario: el célebre Adamsberg, procedente de las novelas de Vargas. Pero sobre todo es una historia de seres humanos, poblada de personajes aferrados a su singularidad. Singularidad que puede tomar la forma de una escultura de Bernini reconstruida con chapas y latas de cerveza… Los cuatro ríos, realizado a cuatro manos, en un diálogo permanente entre la novelista y el dibujante, aportando cada uno la riqueza de su propio medio de expresión, es el mejor testimonio de la riqueza de expresión del cómic, que no tiene nada que envidiar a la de la novela.