Los poemas de "Las órdenes" giran en torno al rol que acaban asumiendo las mujeres como cuidadoras. La maternidad, la añoranza de ser hija, relaciones de cuidado y emocionales, la incertidumbre de la vejez, y de fondo un espíritu de rebeldía contra esa imposición silenciosa que recibimos. También unos pocos poemas rezuman ternura por el padre que se apaga. Plasman una realidad dura pero real, y de la que la autora habla sin tapujos, como en estos fragmentos:
"El afán de cuidar. Lo irremediable de cuidar. / En el tiempo de cada mujer que se apresura. / Que no descansa, que lo hace todo. / Ahogándose en sí misma. / Que se levanta cuando los otros se agitan en su espacio / y enflaquece cuando los otros dejan de comer. / Cada paso adiós, cada separación, / un desamparo que niega el reposo."
"¿Qué le importa a la especie / que un útero reaccione o no? / ¿De fruto o no? Exista. / Todo milimetrado en etapas: estudio, trabajo, enlace, piso. / Paso a paso. Superando cada fase. / Como en un cordel de esclavos."
"ELLOS no lo advierten / pero arrastramos un rencor en los genes / heredado de cada mujer."
Intenté leer este librito hace unos meses y lo abandoné a las pocas páginas porque me daba la sensación de no captar su significado. Reconozco que no suelo leer mucha poesía y a veces me cuesta. En cambio, en el segundo intento, aunque no puedo decir que todos los poemas me hayan llegado, sí lo han hecho bastantes y en conjunto su lectura me ha resultado fluida, sincera y muy interesante, por cómo invita a reflexionar sobre el tema.
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