La obra de María Victoria Atencia nos habla de un mundo poético inconfundible, de escenas breves e instantes detenidos, en poemas de una delicada musicalidad interna. Todo ese mundo, labrado a lo largo de una larga trayectoria literaria, culmina en Las contemplaciones, cuyo título bien pudiera cifrar su manera, serena y sosegada, de entender la poesía y ofrecérsela al lector.