En 2006 Carlos Monsiváis recibió el Premio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. En su discurso de agradecimiento abordó brevemente su trayectoria, y acto seguido abordó temas culturales, entre ellos la desaparición irremediable y progresiva de un conjunto amplísimo de los conocimientos compartidos por las sociedades latinoamericanas, saberes de distinta índole (históricos, mitológicos, literarios, artísticos, políticos, costumbristas, incluso del uso del refranero). Este desvanecimiento de una parte muy sustancial de las referencias comunes, llamado por José Emilio Pacheco el proceso de «las alusiones perdidas» fue el centro del texto de Monsiváis, que ahora se publica en su integridad.Las alusiones perdidas refiere el proceso donde lo propio de cada generación, el olvido de muchísimas referencias de lo que las precede, se convierte en la tendencia irrefrenable de «jubilar» todo aquello del pasado que no sea de utilidad probada (y este adjetivo también está en «libertad condicional»). El acervo de referencias históricas y culturales, disminuye y a diario cada uno de nosotros pierde -casi siempre sin darse cuenta- un número de las alusiones que alguna vez fueron el eje del diálogo social y personal. El gran escritor José Emilio Pacheco, en su brillante presentación del galardonado, citó la frase de Octavio Paz: «Carlos Monsiváis es un nuevo género literario». Y remató: «Es un gran acierto del jurado del premio de la FIL consolidar de una vez y para siempre este género único, suyo, nuestro y de todos: el ensayo-relato-crónica de Monsiváis».