Primera parte de una saga de fantasía de gran éxito que ha causado furor y odios, a partes iguales, entre el público juvenil principalmente. Recoge muchos tópicos de otras sagas de similar éxito, y no obstante no carece de cierta originalidad al presentar un mundo imaginario donde imperan las jerarquías y un sistema muy claro de castas, la de sangre plateada, una élite que posee privilegios y debido a algún tipo de extraña mutación, habilidades sobrenaturales y la de sangre roja, una clase trabajadora y explotada.
La reina roja es una novela distópica llena de acción que a pesar de contener una pequeña dosis de “amor romántico” tiene un cierto interés en el sentido de que su personaje protagonista, Mare Barrow, una joven de sangre roja que al mismo tiempo posee las habilidades de los de sangre plateada, es una anomalía y aunque incauta y demasiado crédula en un principio, irá ganando peso. Mare será la pieza clave para alterar e iniciar una rebelión en ese mundo monárquico, machista y dualista en el que vive, puesto que en él impera el totalitarismo, la supremacía por motivo de sangre, habilidades y género. Es un mundo obsesionado en dominar, distinguir y separar, un mundo violento y en constante estado de guerra que en el fondo se parece demasiado al nuestro. Pero Mare, con todos sus errores, busca en cambio el equilibrio, la aceptación de las diferencias, la igualdad y parece defender por tanto, en el fondo, el pensamiento no dual. Aunque al ser la primera parte de una saga, aún estaría por confirmar hacia donde se encaminaría la historia, puesto que si Mare, como el título indica, acabara convirtiéndose en una reina, en la que ostenta el poder, la que domina, separa y distingue, estaría lejos aún del pensamiento no dual o ¿es realmente la reina roja una metáfora de la imposibilidad, de lo inverosímil que resulta en ese mundo dualista, como en el nuestro, ser roja y reina al mismo tiempo?
hace 5 años
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