Es un libro que llama la atención más por su portada envuelta en un halo de misterio cok ese bosque, esa lechuza que aventura quizás una historia de tintes místicos con rituales y magia. Un título atractivo y uja frase inspiradora “En el de las montañas todos los ruidos anuncian la muerte”, este es el hilo conductor de una historia muy bien contada y silencio escrita en la que se produce el hallazgo de un cadáver de forma macabra; se va teniendo una especie de relato de brujería antigua en torno a una secta, una matraca que anuncia malos augurios y las leyendas típicas de la costa cántabra que los propios aldeanos han ido verificando. La novela tiene capítulos cortos y un rtimo fluido y se centra mayormente en los interrogatorios e investigación policial. Me ha faltado intensidad y emoción. Hay varios personajes que son guardias civiles que son referenciadosa solo por los apellidos y centran la historia. Sin embargo el desarrollo policial y los interrogatorios hacen que pierda un pco el ritmo, y que averigüe quién ha matado a Amador Braña quede en un segundo plano. El final me ha parecido flojísimo, sin emoción, sin nada espectacular, esperaba uk clímax con más acción pero cuando dan con el objetivo acaba de manera abrupta. Mucho capítulo también entorno a un suceso del pasado sobre la muerte del hermano del teniente Peña que se pierde y entonces no tiene sentido que lo introduzca si no le va a dar más protagonismo. Una historia muy sencilla pero olvidadiza que no tiene ningún elemento diferenciador del resto de novelas policiacas a pesar de su pretensión. Narrativamente correcta pero no tiene ninguna frase o fragmento que produzca un “hype”.
hace 3 meses