Se trata de una novela que puede gustar a un amplio sector de lectores. Podríamos definirla como novela histórica, novela de sagas, o bien, como una novela en el marco del realismo mágico. Independientemente de la clasificación, se trata de una obra que no deja indiferente al lector. La historia de Lila, que nos lleva de la India, a Praga y más tarde a Sevilla, y tiene algo que seduce en cada una de sus páginas. Si bien el hilo conductor de la historia es Lila, la protagonista, nos enfrentamos a una historia coral, donde cada uno de los personajes, principales y secundarios tienen algo que contarnos. La andadura se inicia en la India, donde podremos conocer, las tradiciones ancestrales de ese país a través de una niña maldecida desde su nacimiento, marcada por la magia y los poderes que ésta le confieren. Conoceremos las duras condiciones de vida, la desesperanza de poder optar a una vida mejor, el desamor y la disparidad entre ser extranjero o foráneo en un país aún colonial. La trama nos llevará a Praga al poco tiempo. Vamos a conocer cómo se cocía la Guerra Civil en España, a través de lo que ocurría en las Embajadas en el extranjero y cómo las personas se iban sucediendo en importancia según iba avanzando el conflicto. Republicanos y rebeldes, en aquel marco histórico, mezclados fuera de un país que ardía en una guerra. También cómo se preparaba la inminente Segunda Guerra Mundial, la importancia de las ideas y las etnias en una Europa que bullía. Se trata de una parte muy bien documentada del libro y original sobre la importancia de las Embajadas Españolas en el exterior en esos momentos de conflicto, donde se mezclan personajes reales con otros novelescos que explican con rigor la situación. El destino final será Sevilla. La protagonista se encuentra con una España devastada por el conflicto apenas terminado, y con un futuro incierto por lo que está sucediendo en el exterior. Por encima de todos los lugares y acontecimientos está la figura de la protagonista, marcada por la magia desde su nacimiento, por la marca de la Luna, y por sus creencias hinduistas. Un periplo para dominar sus atribuciones en función de ayudar a los que estima y quiere. La historia de una niña que se convierte en mujer luchando por el amor a los suyos. Un personaje que desde las primeras páginas atrae la atención del lector. La narración tiene tres tempos, pero en ningún momento decae. La autora parece que traza en un lienzo lo que explica, de modo que dejar de leer la historia es casi imposible. Los personajes que van componiendo la obra se acoplan como instrumentos de una orquesta, para al fin ofrecer al lector una sinfonía exquisita. Se trata de una novela muy recomendable, de esas que te atrapan y que no puedes parar de leer. (Núria García, 30 de marzo de 2015)
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