Hamid Ibn Sellam consigue algo muy preciado para un cocinero: una receta nueva. Se trata del cuscús, desconocido hasta entonces en al-Andalus. Joven arrogante, capaz de despreciar a su mejor amigo, un médico judío, para ascender entre los poderosos, es traicionado por su corazón y se enamora de Maryem, concubina del cadí, mujer instruida que le presentará al sabio Abu Ziryab, creador de la Escuela Sin Nombre, una escuela de tolerancia transmisora de los valores humanos. Son tiempos difíciles, cuando el castillo de la al-Hamra empieza a construirse y los castellanos pretenden conquistar el último reducto de los musulmanes españoles.