Durante buena parte de su vida, Fogwill, al despertar, tomó nota de sus sueños, en el afán de no olvidarlos, de no clausurar en la vigilia esa ventana que se abría a otros mundos posibles. Y en este libro los narra, los explora, los ordena, los compara, interpelándolos desde ángulos tan diversos como personales, reflejo de sus múltiples intereses y pasiones. «Barcos que vuelan» «Natación» «Humanitos» «Sueños eróticos» «Calvicie» «Cosas perdidas» «Las pipas» «El ojo» son algunos de los sueños que el autor describe, con una lucidez y una sinceridad ejemplares, tanto en el testimonio de lo soñado como en la meditación que lo rodea.