La escuela moderna - Francisco Ferrer Guardia Ediciones Júcar, 1976 primera edición.180 pág. Libro escrito en 1910 donde Francisco Ferrer desarrolla el sistema de educación ideado por él y puesto en práctica durante tres años en la Escuela Moderna en Barcelona. Este método de enseñanza significaba un paso revolucionario en la educación infantil que es el pilar básico para la construcción de las personas en la igualdad, el trabajo, la salud, las artes y en definitiva la vida en sociedad. Los fundamentos en los que se basa la escuela moderna son: Igualdad de sexos -Niños y niñas deben recibir la misma educación y asistir juntos a la escuela-, Enseñanza igual para clases sociales, Enseñanza laica sin dogmas – Huir de la superstición religiosa e instruirse en el racionalismo y en la ciencia para procurarse el bienestar en la vida social-, ni premio ni castigo -No se castiga, no se hacen exámenes ni se ponen notas-. El temario es: Ciencias físicas, Naturaleza, Higiene, Aritmética y Geografía. Reproduzco un fragmento del libro: La enseñanza racional y científica ha de persuadir a los futuros hombres y mujeres que no han de esperar nada de ningún ser privilegiado (ficticio o real); y que pueden esperar todo lo racional de sí mismos y de la solidaridad libremente organizada y aceptada. Los beneficios que se observaron en los niños educados en la Escuela Moderna fueron entre otros: Los niños sufrían una rápida modificación en sus costumbres: Empezaban por ser limpios, dejaban de ser camorristas, no perseguía a los animales callejeros, no imitaba en sus juegos el bárbaro espectáculo llamado fiesta nacional y elevando su mentalidad y purificando sus sentimientos, lamentaba las injusticias sociales, detestaba la guerra. Pienso que este tipo de educación infantil, en la actualidad está lejos de ser considerada en los países desarrollados y demócratas, pues aunque en algunos puntos como la educación de ambos sexos si se cumple, hay colegios que siguen anclados en la prehistoria y siguen segregando por sexos, adoctrinando ideas religiosas, y que basan su sistema en el clasismo social y las calificaciones, lo que es imprescindible para el sistema, donde lo que se busca es ciudadanos útiles a la empresa, al consumo, a la producción, al crecimiento y a la competitividad. Este trabajo lo considero excepcional, lo leí en 1985 y lo acabo de releer con la perspectiva de 38 años para ver que todo sigue igual. Recomiendo totalmente su lectura.