Para esta novela, Lygia Bojunga crea una extensa galería de personajes cuyas vidas se entrelazan a partir de una disputa inusitada por una cama. Este objeto, aparentemente sin importancia y que a lo largo de la trama alcanza estatus de personaje principal, será el causante de situaciones tanto cómicas como dramáticas, siempre testigo de la verdadera naturaleza humana.