Japón adora el cómic, o manga, como se conoce al estilo de cómic japonés. Y Japón adora Kokoro, la obra cumbre de Natsume Soseki que es, también, uno de los clásicos indiscutidos de la literatura nipona, de inevitable lectura durante el instituto. Lo extraño, en esta tesitura, sería que no hubiera versión manga de Kokoro, por la pasión que hay allí por verter a ese formato casi todo, puesto que es uno de los objetos de consumo más demandados. Con la ligereza propia del formato ilustrado, aquí Kokoro mantiene toda la profundidad de la obra original, incluyendo la magnífica caracterización de sus protagonistas: Sensei, su amigo K y la mujer de Sensei, quienes forman un especial triángulo que el protagonista observa desde la admiración rendida a Sensei, sus propias preocupaciones presentes, y el deseo de desvelar ese halo misterioso que envuelve a la enigmática figura de Sensei. Y funciona por la facilidad con la cual estas relaciones, a pesar de su intimidad, se deslizan con suavidad a lo largo de las viñetas y las páginas. Una grandísima manera, en definitiva, de acercarse a una obra que tiene ganado su lugar en la historia, a una cultura y al final de una época imborrable de ella: la era Meiji. Y de un modo muy japonés, eficaz y placentero, al mismo tiempo: con su versión manga. (Carlos Cruz, 8 de junio de 2015)
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