Fue voluntad expresa de Jaime Gil de Biedma que este diario llegara a la imprenta después de su fallecimiento. Las tres partes que lo componen (Las islas de Circe, Informe sobre la administración general en Filipinas y De regreso a Ítaca), no sólo constituyen el relato, inteligente y brillante, de los avatares personales, laborales y creativos experimentados a lo largo de casi un año por el poeta, en plena juventud, sino que ofrecen una visión del mundo, de la literatura y del tiempo social y político en el que le ha tocado vivir, que completa, ilumina y agiganta la lectura de su obra poética. Considerado, pese a la brevedad de su obra, uno de los autores mayores de la poesía española del siglo XX, este diario revela a un prosista excepcional, que pasa magistralmente de la ternura a la crítica, del análisis a la descripción, del relato a la insinuación lírica y de la ironía a la desolación.