Luis Prats nos cuenta en “Hachiko” la historia de ese perro que ha pasado a formar parte de la historia de Japón y del mundo, tras su adaptación al cine. Hachiko era un perro de la raza akita que esperó a su dueño durante 10 años en la estación de tren porque un día faltando a su rutina habitual, no bajó del tren a las 5 y media para dar su acostumbrado paseo. Su nobleza y su lealtad convierten esta historia en una muy especial y conmovedora. Hachiko se ganó el cariño de los viajeros del tren y de los trabajadores de la estación y esperó a su dueño hasta su último aliento. De hecho, una estatua conmemora a Hachiko y el día del aniversario de su muerte se le hace un pequeño homenaje desde entonces. Una historia preciosa, narrada con una ternura increíble y con unas ilustraciones maravillosas que no os podéis perder. Por si no lo sabéis, en España pasó algo parecido. En esta ocasión fue un perro llamado Canelo quien esperó años a su dueño en la puerta de un hospital gaditano. Si queréis conocerla y que no se olvide, no os perdáis el libro Canelo de Rolando López. Un autor argentino que viajó a Cádiz para conocer la historia de primera mano y plasmarla en un libro para otorgarle el reconocimiento que se merece.
hace 8 años