Generación perdida cuenta la historia de la irrupción de la heroína en Vigo a finales del siglo XX. Mediante un estilo ágil y desenfadado, el autor va combinando el relato de sus recuerdos con las reflexiones particulares que como autor tiene sobre la literatura, hilvanando de este modo un relato mestizo y original en el que lo principal no es la historia, una historia repetida en mil lugares, también previsible en su desenlace, sino su fusión en una metapoética literaria y gallega. Esta obra muestra la hipocresía de una sociedad que nada hizo para evitar la ruina de aquella generación, caída en silencio, y que actualmente critica los excesos de los jóvenes no por responsabilidad, sino por hacer demasiado ruido.