Este libro no es una biografía de Muhammad Ali. Tampoco es, en realidad, un libro sobre boxeo. Es otra cosa: más bella, más universal, algo que, como editores, nos ha fascinado. ¿Pero de qué hablamos entonces? Hablamos de que Muhammad Ali fue uno de los grandes héroes de nuestro tiempo y una inspiración para millones de personas, tanto en el ámbito del deporte como en el de la política, la lucha por los derechos civiles o la espiritualidad. A algunos, incluso, Ali les salvó literalmente la vida. Es lo que hizo con Davis Miller, autor de este libro (pero de momento no les contaremos esa historia, no haremos el spoiler). Miller es luchador aficionado, escritor y uno de los grandes críticos deportivos de las últimas décadas. Y cuando por fin se decidió a buscar a Ali para darle las gracias, se encontró con un boxeador retirado, enfermo de párkinson y supuestamente millonario, pero que vivía largas temporadas en una caravana aparcada en el jardín de la modesta casa de su madre. Aquel día comenzó entre ambos una amistad extraña, duradera, poderosa. Así, a través de Miller descubrimos a un verdadero mito que, sin embargo, vive por y para los demás, que regala su fortuna a los indigentes y los trofeos a sus fans, que camina kilómetros cada día para sentarse en un McDonald’s y ofrecer su ayuda a cualquier desconocido, o que esconde de manera inexplicable su enfermedad neurodegenerativa para jugar a boxear con cientos de niños. Pero que tiene también aspectos oscuros y contradictorios…