Este libro se centra en la reacción que desde Perú se fragua para hacer frente a los movimientos independentistas, y que se proyectaría a lo que en la actualidad son las Repúblicas de Ecuador, Chile y Bolivia. Se trató de un esfuerzo titánico, poco y mal apoyado desde la metrópoli y que pudo sustentarse debido a que en el viejo virreinato peruano, al igual que en el resto de las Indias, la causa de la independencia no concitó, hasta prácticamente el final de las hostilidades, un apoyo universal.