Un periodista consigue acceder a un peligroso delincuente al que nadie ha podido entrevistar. En una pequeña habitación dentro de la cárcel, se inicia un relato que, más que una confesión, es un viaje sin retorno a los inescrutables dominios de una mente criminal. Es la historia de un hombre que ha cometido un horrendo asesinato sin justificación alguna, pero que devela una vida de privaciones, dolor y venganza. Una impactante primera novela de quien Alberto Fuguet ha dicho: "Su nombre es un género. Carlos Pinto es nuestro Hitchcock". Ahora, traslada esa maestría al plano literario para descender a los infiernos de la condición humana.