La madre de Anton se une a él y a su padre y les convence para trasladarse a un hostal en el Valle de la Alegría, junto al Valle de la Amargura. Rüdiger ha encontrado las viejas Crónicas de la familia von Schlotterstein y las lee con avidez. Al enterarse de que se han paralizado indefinidamente las obras de remodelación de su viejo cementerio, la familia de vampiros regresa a la ciudad.