Ha sido toda una experiencia leer El Libro Tibetano de los Muertos. Es una suerte poder contar con estos textos tan antiguos y con tanta historia. Recomiendo leer alguna edición en la que se contextualicen estas escrituras, ya que facilitará la comprensión del texto, que no es nada simple de asimilar. He disfrutado con esta lectura, aunque he de reconocer que resulta algo tediosa. No lo recomiendo a personas que no estén familiarizadas con libros sobre pensamiento oriental, pues este libro es muy denso y sobre un tema muy concreto al que le está dando vueltas constantemente. Básicamente, en las escrituras se explican los pasos a seguir cuando una persona muere, con el objetivo de que el alma del fallecido escoja el camino correcto. Un libro sobre el rito de iniciación de la muerte muy concreto, en el que se explican las lecturas que deben realizar los familiares del muerto frente al cuerpo físico presente y las luces y Dioses que ha de seguir el alma del fallecido cuando esté buscando su camino para convertirse en el Buda. En mi opinión, leer todas y cada una de las fases por las que debe pasar el alma del muerto, así como los familiares de este, se hace monótono además de un tanto chocante o inverosímil si uno no tiene una gran base de conocimientos budistas.