Un conde italiano, propietario de un cuadro de Vermeer, acepta la oferta del canónigo de la catedral de Florencia de esconder la pintura ante el acoso de un oficial de las SS que quiere obtenerla a toda costa. Lo que no sabe es que el canónigo actúa en connivencia con los nazis. Veinte años más tarde, la viuda del oficial alemán regresa con una nueva identidad y unos documentos que amenazan con sacudir los cimientos de la Iglesia católica.